La desnutrición, las muertes por enfermedades prevenibles y la violencia minera azotan a los pueblos indígenas abandonados por la administración de Bolsonaro
El ministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Flávio Dino, ordenó la apertura de una investigación sobre delitos de genocidio y delitos ambientales en la reserva indígena Yanomami, en el estado de Roraima.
"El presidente Lula determinó que las leyes se cumplan en todo el país. Y eso vamos a hacer en relación al sufrimiento criminal impuesto a los yanomamis. Hay fuertes indicios del delito de genocidio", aseguró el ministro.
La investigación, que comenzará este lunes 23 de enero, estará a cargo de la Policía Federal "para identificar a los responsables y sancionar a los culpables".
La tierra indígena Yanomami es la más grande del país, en términos de territorio, y sufre la invasión de los mineros. La contaminación de la tierra y el agua por el mercurio utilizado en la minería afecta la disponibilidad de alimentos en las comunidades.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva llegó este sábado a Boa Vista, municipio y capital del norteño estado de Roraima, para hacer frente a la crisis sanitaria del pueblo Yanomami, cuya población infantil sufre alto grado de desnutrición.
En forma previa, el Gobierno federal determinó que un grupo de trabajo que involucre a varios ministerios debe comenzar a actuar para contener la tragedia humanitaria que afecta al pueblo indígena yanomami.