Los grandes grupos farmacéuticos impiden la llegada de medicinas más eficaces

By pontecool 2015-06-04 13:23:16 Salud

En el comercio de los medicamentos la competencia no está funcionando y los grandes grupos farmacéuticos recurren a toda suerte de juegos sucios para impedir la llegada al mercado de medicinas más eficaces y accesibles.

El divulgador británico Ben Goldacre denuncia un buen número de conductas irregulares por parte de las farmacéuticas a través de su segundo libro: Bad Pharma: How drug companies mislead doctors and harm patients (Mala farma: De cómo las farmaceúticas engañan a los médicos y dañan a los pacientes).

"La medicina ha sido reemplazada por el marketing. Las farmacéuticas, denuncia Goldacre, se gastan cada año miles de millones para cambiar las decisiones que toman los médicos a la hora de recetar un tratamiento. De hecho gastan el doble en marketing y publicidad que en investigación y desarrollo, una distorsión que pagamos en el precio de las medicinas. Las tácticas van desde la conocida influencia de los visitadores médicos (con regalos, invitaciones a viajes, congresos y hoteles) a técnicas más sibilinas como la publicación de ensayos clínicos cuyo único objetivo es dar a conocer el producto entre muchos médicos que participan en el proceso."

"El mercado está inundado de medicamentos que no procuran ningún beneficio, según el autor de "Mala Farma", o de versiones del mismo medicamento fabricado por otra compañía."

A día de hoy, al igual que ocurre en Política y otros sectores de la Economía, el de la medicina y la salud es un mundillo que se desenvuelve a menudo contra todo atisbo de sentido común y en dirección opuesta al interés general. Y eso que hablamos de Salud con mayúscula.

Las preocupantes conclusiones del Informe final publicado por la Comisión Europea, sobre los abusos en materia de competencia en el sector farmacéutico merecen ser conocidas por los ciudadanos y ampliamente difundidas.

¿Qué dice ese informe? En síntesis: que, en el comercio de los medicamentos, la competencia no está funcionando, y que los grandes grupos farmacéuticos recurren a toda suerte de juegos sucios para impedir la llegada al mercado de medicinas más eficaces y sobre todo para descalificar los medicamentos genéricos mucho más baratos.

El mercado mundial de los medicamentos representa unos 700.000 millones de euros; y una docena de empresas gigantes, entre ellas las llamadas "Big Pharma" -Bayer, GlaxoSmithKline (GSK), Merck, Novartis, Pfizer, Roche, Sanofi-Aventis-, controlan la mitad de ese mercado. Sus beneficios son superiores a los obtenidos por los poderosos grupos del complejo militar-industrial. Por cada euro invertido en la fabricación de un medicamento de marca, los monopolios ganan mil en el mercado.

Barack Obama, deseoso de reformar el sistema de salud de Estados Unidos que deja sin cobertura médica a 47 millones de ciudadanos, está afrontando las iras del complejo farmacéutico-industrial. Aquí, las sumas en juego son gigantescas (los gastos de salud representan el equivalente del 18% del PIB) y las controla un vigoroso lobby de intereses privados que reúne, además de las "Big Pharma", a las grandes compañías de seguros y a todo el sector de las clínicas y de los hospitales privados. Ninguno de estos actores quiere perder sus opulentos privilegios. Por eso, apoyándose en los grandes medios de comunicación más conservadores y en el Partido Republicano, están gastando decenas de millones de dólares en campañas de desinformación y de calumnias contra la necesaria reforma del sistema de salud.

Es una batalla crucial. Y sería dramático que las mafias farmacéuticas la ganasen. Porque redoblarían entonces los esfuerzos para atacar, en Europa y en el resto del mundo, el despliegue de nuevos medicamentos y la esperanza de unos sistemas de salud menos costosos y más solidarios.

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